Inteligencia Actitudinal e Innovación Cultural en las Organizaciones Públicas

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Autor: Adolfo Blanco Martínez
Fecha de publicación o de alta: Octubre 2018
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El Corazón. La clave pasa por el Corazón. Y no como un músculo que bombea sangre, sino como metáfora perfecta que señala nuestra Humanidad. Rescatar esta es la vía inteligente para Mejorar un Mundo que está en declive global, por su identificación exclusiva con la materia y sus ciegos rendimientos monetarios. Toca revisar los paradigmas. Desde dónde y cómo pensamos, somos y hacemos. Son tiempos de Sumar lo Vivo.

¿Cuánto más nos hace falta vivir o morir para darnos cuenta de que la llave que es clave está hecha de Amor, de Corazón? Por qué no colocar lo cálido junto a lo calculado… lo carnal unido a las cifras… lo sensible además de lo urgente… el Amor con mayúsculas abrigando al raquítico frío de las cuentas de resultados. Plantar presencia… en lugar de mecanicidad. Por qué no abogar por la gran “Y” de integración, como complemento a la “O” de oposición. Hacer lo mismo si se quiere; pero con un toque Humano. Hacer pues lo mismo; pero distinto. Despertar.

En efecto, se precisa más afecto, más conciencia… otra actitud. Hacia uno mismo lo primero… y desde ahí ser nutrición y amparo para el otro y para aquello que Unidos construimos. Si no me veo a mí en ti y no te ves a ti en mí… estamos lejos del Bueno y Bello Verdadero Vivir. Toca Crecer.

Hablar de esto en tiempos de recesión o en contextos puramente empresariales y competitivos puede sonar utópico e inocente. Y sin duda lo es desde ese prisma blindado y materialista que ya ha demostrado ser obsoleto. Un sistema de producción que se desmorona y fracasa es la prueba palpable de que toca Innovar e Innovarse.

Es tiempo de Crecer desde el Querer. Se impone ser inteligentes, sensibles… Humanos. Hay que arriesgarse a implantar nuevas vías en las que todos ganen, sin esfuerzos de más ni cabreos que merman. Lo que no nos hace Crecer… ya no interesa.

Toca la escucha abierta que teje Bondad para todos. Ser el adalid de lo nuevo. Posicionarse con el Corazón en la mano como escudo frente al mundo de la cuenta de resultados. A Humanidad descubierta.

Todo buen líder de sí mismo y de cualquier organización debe elegir en estos tiempos entre ser uno más… o el que genera el Cambio. Abrazar lo Nuevo para sacar sus enseñanzas. Gozar con el jugo del juego de la Vida.

Eso sí, cualquier propuesta humanista en el endurecido campo de la Organización y el trabajo debe ser científica. Para no ser tildado de iluso, quimérico o irreal, uno debe argumentar todo con modelos, planificación y tecnologías contrastadas.

Hay que ser muy serio; sin ser un triste, para ablandar a los que olvidan su corazón y Nuestra Humanidad hermana. Este es el hilo que propone Adolfo: Sumar el Amor al fin perseguido. Lo Humano a la institución. Lo esencial a la burocracia. La negociación sobre la imposición. La Luz además de lo académico. El nexo sobre el conflicto. Poner Creatividad donde falte capital. Vigilar los aspectos intangibles. Reivindicar la irrenunciable Conciencia Amorosa.

Y lo hace justo en las entrañas de la Gran Administración Pública. Penetrando en el vientre de la gran ballena, tan necesaria y central para todos los ciudadanos. Modelo perfecto donde demostrar que se puede ser eficaz y cercano; eficiente y feliz; líder y sensible; triunfador y Humano; funcionario y realizado.

Sus recetas no son locuras. Muy al contrario se trata de sesudas propuestas contrastadas que posponen lo acomodaticio y encumbran lo Inteligente. Investigaciones que aportan lo feliz a lo que funciona. Claves para Crecer como empleado público, ciudadano y país.

Se centra en los funcionarios; pero la Humanidad reclamada valdría igualmente para cualquier gremio privado. Ningún homo sapiens sapiens puede salvarse fuera de su esencia. Los que no sean ahora inteligentes… serán pronto decadentes. Repetir esquemas que se desmoronan es invertir en un
escombro seguro. La raíz del cambio es atreverse al Cambio.

Renovarse… o morir, dice el negativo aforismo. Sin Inteligente Amor: perdidos y perdedores. Renovarse es Vivir, propone el doctor White. Creciendo con tres Amores ahora y en todo momento. Y para Vivir… lo preciso es que no se pare el Corazón… la Humanidad que somos.

Prólogo de Mario San Miguel
(Poeta Cantautor)

 

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