Mario AlguacilDirector de Área de Gobierno Abierto y Servicios Generales. Ayuntamiento de Sant Feliu de Llobregat.

Islas de conocimiento en un océano de datos

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PUBLICADO EN: REVISTA ARCHIVAMOS
Agradecimientos: Mario Alguacil, Ayuntamiento de Sant Feliu de Llobregat y ACAL

Afortunadamente la evolución de las tecnologías en lo que tiene que ver con el procesamiento de los datos ha avanzado de forma notoria en los últimos tiempos, sobre todo en lo que tiene que ver con el almacenamiento, la capacidad de proceso y las herramientas decisionales. En la historia reciente de la gestión, y en particular en las administraciones, los primeros pasos fueron orientados al proceso de datos; posteriormente, a incorporar a estos sistemas bases de datos que nos permitieran conservarlos y ordenarlos convenientemente; así, a finales de los 90 se comenzaban a mostrar parte de estos datos en las páginas web
de las distintas organizaciones.

Actualmente, y desde principios de siglo, ya proliferan las herramientas de automatización de procesos y las herramientas de ayuda en la toma de decisiones, aunque con unos costes significativos comparados con la capacidad inversora en materia TIC. Pero no es hasta el final de la primera década que se empieza a identificar el auténtico valor de los datos, más allá del registro que nos permite evidenciar un estado o una relación entre partes, o una medición o un valor almacenado por algún sistema de monitorización.

El desafío viene motivado por varias dimensiones relacionadas con la gestión de los datos:

  • El volumen, parámetro que condicionará la capacidad de gestión de grandes cantidades de datos sobre los cuales se deberán aplicar criterios de clasificación, estructuración o simplemente, automatización y almacenamiento con el objetivo de ser útiles para algo.
  • La calidad, un aspecto tradicionalmente de segundo nivel, en la medida en que el papel de los datos para la toma de decisiones no se articulaba a través de herramientas de inteligencia de negocio, pero que combinado con la gestión de grandes cantidades de datos es absolutamente necesario.
  • Las fuentes y su vigencia, dimensión relacionada con la solvencia, propiedad y actualización de los datos.
  • La interoperabilidad, dimensión moderna relacionada con la capacidad de intercambio de datos entre diferentes actores en un contexto común, con lo que ello supone de cara a la prestación de servicios de calidad con costes y tiempos mínimos de gestión.
  • Las telecomunicaciones y la capacidad de proceso, factor que ha revolucionado el sector de los datos en la medida que los procesos de recolecta, almacenamiento y análisis han mejorado substancialmente,
    hasta alcanzar procesos altamente automatizados.

En el contexto de la Administración pública se podrían identificar tres grandes áreas de negocio alrededor de las cuales se pueden construir modelos de conocimiento con el objetivo de mejorar los servicios públicos, la gestión de los recursos y la calidad de vida de la ciudadanía:

  • Un primer bloque lo formarían todos los sistemas de información orientados a la gestión de las organizaciones públicas, sistemas que en términos generales sirven para gestionar los derechos de la ciudadanía, sus perfiles administrativos, así como la gestión de recursos humanos, materiales
    y económicos en un escenario de prestación de servicios públicos eficientes, abiertos, transparentes…
  • En un segundo bloque podríamos agrupar todos los sistemas de gestión del territorio, la movilidad, la energía, la calidad del aire, la seguridad, las infraestructuras, la limpieza y conservación del espacio público, los equipamientos, etc.
  • En un tercer bloque estaría la actividad de las personas en el territorio en relación con sus movimientos, los usos, las preferencias, la economía, el ocio, el transporte, la sanidad, la vivienda…

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