Juan Carlos Ramiro Iglesias Creando un nuevo proyecto: AISTE (Accesibilidad Inteligente Social Tecnolóogica).

Programa Next Generation UE, ¿riesgo u oportunidad para la inclusión digital?

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PUBLICADO EN: JUANCARLOSRAMIRO.BLOGSPOT.COM

La brecha digital que no ha creado la pandemia generada por la COVID-19, la pueden crear los fondos de la UE destinados al programa Next Generation UE..

La situación a nivel mundial que se ha producido a consecuencia de la pandemia provocada por la COVID-19, con efectos económicos devastadores, ha provocado que la UE ponga en marcha el programa Next Generation EU con el objetivo de impulsar el crecimiento económico de los Estados miembro y una reactivación del sistema empresarial, industrial y productivo. Si bien los fondos europeos llegarán a los países en distintas fases, el Gobierno español, en su proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2021, ya ha incorporado una primera partida de estos fondos, con una dotación de 26.634 millones de euros. Hasta el 2023, España recibiría transferencias del programa Next Generation EU por un importe máximo de 71.604 millones de euros.

El objetivo del programa Next Generation EU y los fondos destinados a él es muy claro: que provoquen un cambio tranformacional y un nuevo modelo económico y social. Para lograrlo, ha definido tres principales vectores de la transformación: Transición Ecológica, Transición digital y Reindustrialización del sector empresarial de la UE. Dentro de la transición digital, incorpora como prioridad dos aspectos: asegurar el acceso a la tecnología de los ciudadanos; y dotar a las empresas de medios adecuados para su desarrollo, crecimiento e innovación. Todo ello sustentado, lógicamente, a través de la tecnología. Coincidiremos, creo, en que estos ambiciosos objetivos sólo podemos lograrlos, sin caer en la discriminación digital, utilizando sin dudarlo criterios de accesibilidad y usabilidad en productos, servicios y entornos TIC.

 Salvo excepciones, los fondos deberán ir dedicados a proyectos con una visión a largo plazo con impacto permanente, y que persigan un cambio estructural. A diferencia de crisis anteriores, donde los fondos europeos fueron destinados a reforzar pronto y rápido la economía de los países miembros, a parchear en definitiva, ahora se pretende sufragar gastos no recurrentes. Tomando como centro el capital humano, que permita la sostenibilidad y la competitividad. Es por este motivo por el que más del 50% de los fondos irán destinados a la propia transición digital, y a la educación y el desarrollo de capacidades. Precisamente por este motivo, es fundamental que en este camino, de recapacitación digital de la sociedad, y formación de nuestros futuros educadores e innovadores, no nos dejemos a nadie en el camino.

 Para llevar a cabo la gestión de los fondos, el Gobierno aprobó el Real Decreto-ley 36/2020, de 30 de diciembre, por el que se aprueban medidas urgentes para la modernización de la Administración Pública y para la ejecución del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Regula la programación, presupuestación, gestión y ejecución de las actuaciones financiables con fondos europeos, en especial los provenientes del Instrumento Europeo de Recuperación, aprobado por el Consejo Europeo del pasado 21 de julio de 2020. En él la colaboración público-privada adquiere un papel esencial.

          En los documentos, unos legales (caso del RD 360/2020), y otros técnicos o planificadores, creo que se menciona la palabra accesibilidad en un par de ocasiones, porque debe haberse colado. Sorprendente, cuando el Programa Next Generation EU es esencialmente tecnológico, en sus principios, esencia, estructura de inversión y objetivos a reforzar como elementos clave para la reactivación económica de los países.  Ahora bien, y en pura lógica, tampoco ha de ser necesario mencionar la Accesibilidad digital (tecnológica), puesto que ya está regulada, en gran medida, en Directivas europeas y leyes y Reales Decretos de desarrollo en nuestro país. Por tanto, es de suponer, que se conozcan por quienes deben regular los fondos destinados a los proyectos de inversión, en todas y cada una de las líneas estratégicas definidas para los mismos. Y por tanto, también, es de suponer que se consideran implícitas a todo el proceso. ¿O no?.

         Ahora bien, no estaría de más haberlas recordado en cada uno de los documentos, legales o no, por si acaso. La cuantiosa inversión, basada en líneas de actuación donde la tecnología es el elemento común transversal a todas, requiere la urgente necesidad de incorporar el conocimiento experto en accesibilidad y usabilidad TIC de profesionales cualificados en todos los grupos de trabajo, gestión, planificación y decisión.

Dicho de otra forma, la Accesibilidad Digital debe estar presente y contemplarse en todas las medidas gestionadas con fondos del programa Next Generation EU, sin excusa.

En la rueda de prensa y posterior información colgada en la web de La Moncloa el 27 de enero de 2021, el Gobierno dijo que invertiría 11.000 millones de euros, dentro de esta Estrategia digital, para la digitalización de pymes y de la Administración Pública, y para reforzar las competencias digitales del conjunto de la población entre 2021 y 2023. (está escrito y se puede ver en la web oficial, https://www.lamoncloa.gob.es/serviciosdeprensa/notasprensa/asuntos-economicos/Paginas/2021/270121-digitalizaci-n.aspx).

 Este dinero va destinado a los tres grandes Planes que presentó ese día: el Plan de Digitalización de Pymes, el Plan de Digitalización de las Administraciones Públicas y el Plan Nacional de Competencias Digitales.

 Estos tres planes están incluidos dentro de los principales ejes estratégicos contemplados tanto en la Agenda España Digital 2025 como en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Conviene, pues, recordar un par de aspectos que quedaban escritos y aprobados en estos últimos.

En primer lugar, veamos el artículo 8 del Real Decreto-Ley 36/2020, “Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica”.

  1. Podrán ser reconocidos como Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (en lo sucesivo, «PERTE»), aquellos proyectos de carácter estratégico con gran capacidad de arrastre para el crecimiento económico, el empleo y la competitividad de la economía española.

Creo que podemos estar de acuerdo, todos, en que no puede existir crecimiento económico global, crecimiento del empleo para el conjunto de la ciudadanía, ni competitividad, sin accesibilidad universal y usabilidad en productos, servicios y entornos digitales. Bien, esto no es exactamente cierto. Sí puede existir, pero a costa de crear una brecha digital quizás sin precedentes hasta ahora, con un elevadísimo coste social.

         En segundo lugar, cuando se aprobó el Plan de España Digital 2025, parece que, igual sin querer, la necesidad de la Accesibilidad y la Usabilidad de las tecnologías quedaba implícitamente claro. Leamos lo que se exponía en su Pág. 6:

 Para la Transformación Digital del país: Estos procesos han puesto sobre la mesa la necesidad de abordar urgentemente los retos pendientes para reforzar la vertebración social, territorial y ecológica de nuestro país, garantizando la accesibilidad del conjunto de la sociedad a las oportunidades que proporciona la nueva economía digitalEllo exige un esfuerzo inversor especialmente importante en los próximos años para reforzar la conectividad digital en el conjunto del territorio nacional, contribuyendo a reducir la brecha entre las áreas urbanas y rurales. Pero también para garantizar la disponibilidad de herramientas y equipos adecuados para el conjunto de la población, impulsar la capacitación digital de trabajadores, empresarios, alumnos, profesores, y de toda la comunidad educativa de cara al futuro, y apoyar la digitalización de las empresas, reorientando el modelo productivo hacia una economía más resiliente y sostenible, aumentando la productividad, pero mejorando también el bienestar y la inclusión.

 Si analizamos sus afirmaciones, nos encontramos un buen listado de aseveraciones: “vertebración social”, “garantizar la accesibilidad del conjunto de la sociedad a las oportunidades que proporciona la nueva economía digital”, “garantizar la disponibilidad de herramientas y equipos adecuados para el conjunto de la población”, “garantizar la capacitación digital de trabajadores, empresarios, alumnos, profesores, y de toda la comunidad educativa de cara al futuro…aumentando la productividad pero también mejorando el bienestar y la inclusión”. ¿Es ello posible sin garantizar, de principio y en toda su implantación en cada uno de los ámbitos, la accesibilidad y usabilidad en productos, servicios y entornos digitales?. Parece, pues, que la intención existe. ¿pero y el conocimiento de cómo hacerlo?. ¿Se va a recurrir a expertos cualificados en la accesibilidad y usabilidad de las tecnologías?

          Si partimos de la base, con toda humildad, de que ninguna administración pública posee ni todo el personal y talento necesario en este ámbito, y por supuesto tampoco la capacidad para acometer esta tarea (salvo la incorporación de personal cualificado en esta materia), sólo es posible abordar las soluciones, mediante estrategias de innovación abierta y colaborativa. Y esta premisa es ampliable al sector empresarial, en especial a las PYMES si, como parece que persigue el Plan, busca fortalecer ese tejido empresarial y hacerlo competitivo.

          La investigación y el desarrollo tecnológico han demostrado ser, a lo largo de la historia, los elementos fundamentales para el crecimiento de los países y la evolución de las sociedades, mejorando el bienestar y la participación. Los países y ecosistemas económicos que se mantienen en vanguardia son aquellos que han apostado, sin miras cortoplacistas, por la innovación científica y técnica. Pero también por la educación y la formación de los futuros profesionales. De ahí la importancia de las Universidades, sí; pero también de la enseñanza en los niveles inferiores de la educación, de la capacidad de innovar y emprender, tanto para esos futuros universitarios, como para aquellos profesionales que debieran acabar saliendo de una formación profesional de vanguardia. Para lograrlo, la ciencia y la innovación tecnológica, con fondos públicos, debemos desvincularla de resultados económicos inmediatos.

          Puesto que nos jugamos mucho, y el montante económico que va a llegar a las Administraciones Públicas y al sector empresarial es significativo, quizás debiera elaborarse una política de distribución y control de los fondos bajo el concepto de Inversión Impacto, como lo denomina Lara Viada, creadora del primer fondo de emprendimiento social registrado en la CNMV. De otra forma, seguiremos en la rueda endogámica de derivar hacia el sector asociativo no lucrativo aspectos tan cruciales, e impactantes, como la inclusión social. Del mismo modo que las Administraciones deben buscar las alianzas necesarias dentro del sector empresarial y del mercado de capitales, para crear beneficio social al tiempo que beneficio económico. La empresa también puede resolver problemas sociales, mantiene Lara. Al fin y al cabo, todos somos actores de esta nueva sociedad digital, y es responsabilidad de todos nosotros no generar nuevas brechas sociales, sin aprender de la experiencia. Y la brecha digital que podemos crear, ahora, si no tomamos las medidas adecuadas en cuanto a accesibilidad y usabilidad tecnológica, en la correcta gestión del programa Next Generation UE, puede ser insalvable.

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