PUBLICADO EN: TRABAJO COLABORATIVO
Como señalé en la entrada anterior (las fakenews y la era de la desinformación), el 4 de diciembre pasado habíamos planteado una jornada que reflejara la tendencia central en sociedad digital para este año. Evidentemente, siempre hay más de una y hubo que elegir. El impacto de las fake News en 2018, todo y que en 2016 fue elegida palabra del año por la revista Time, fue la opción más indicada. No obstante, estuvimos contemplando la posibilidad de centrarla en otras diferentes.
Cualquiera de ellas hubiera podido configurar un debate completo. Como he puesto la presentación al final del post , resumiré brevemente lo que queríamos explicar en cada una de ellas.
- Tecnología desbocada. La disrupción tecnológica ya es un acompañante habitual en nuestras vidas. Tanto es así que la atención focalizada y especializada con la que recibíamos las novedades se está disipando. Este año 2018, por ejemplo, ha sido el año de los asistentes virtuales. Ya están disponibles tres modelos de altavoces inteligentes: Google Now, Alexa y Cortana. Cada día se perfeccionan más, y en el futuro muy cercano, sobre todo en algunos ámbitos aplicados -uno de ellos será el de la educación-, tendrán cada vez más prestaciones.
Pero eso no es todo, en la infografía que recojo de la consultora Gartner, se resumen cinco grandes tendencias de 2018 para los próximos años. Entre ellas, la explosión de la inteligencia artificial, todo lo relacionado con la biomedicina y la genética, los ecosistemas digitalizados y las experiencias inmersivas. En fin, un panorama de aceleración absoluta en el que ya nos hemos acostumbrado a vivir y nos sorprende menos.
- Pesimismo tecnológico. Hace 20 años las expectativas que como sociedad teníamos acerca del poder liberador de Internet, ahora nos damos cuenta de que no se están cumpliendo. Sin ir más lejos, hace 8 años veíamos que quizás uno de los elementos más liberadores que la red producia, como eran las primaveras árabes , vemos que han quedado en nada.
Nos estamos volviendo autocríticos y vemos que está confianza desmesurada en la capacidad combinada de la tecnología e Internet nos está llevando a derroteros que no habíamos previsto. El propio Tim Berners-Lee con su intento de arreglar (como él lo llama) Internet representa bien esta tendencia.
- Ambivalencia: entre la cautela y la esperanza. Pese a todo, no nos resistimos a perder la esperanza. Con un uso más consciente de la tecnología, y ya en una etapa más pausada y reflexiva, aún podríamos conservar optimismo …pero mucho más cauteloso.
- Digital Wellnes. Bienestar digital. Lo que sí que cada vez se está posicionando como algo más importante, es la necesidad de ser más conscientes de los escenarios ultra invasivos en los que nos vamos introduciendo. Algo que era un poco friki hace unos años, como era la desconexión de Internet, ahora está siendo tendencia. Las propias plataformas tecnológicas se han apuntado con aplicaciones específicas para monitorizar nuestro tiempo en internet y en redes sociales, pero surge con más potencia la necesidad de establecer tiempo fuera y de desconexión. Reatribuir importancia a ocio y relaciones no mediatizadas por la tecnología va a ser glamoroso;).
- Capacitación y consciencia digital. Al final, si como sociedad lo reconducimos, podríamos decir que todo habrá sido producto de la fiebre adolescente en un uso desmedido de las RRSS e Internet. La madurez resitua cada cosa en su sitio: si me aporta valor está justificado; si no me aporta valor -me atrapa y me desorienta-, al final, mal uso. Para llegar ese estado, lógicamente, hay que reivindicar, en la práctica, capacitación y plena consciencia de la tecnología que tenemos entre manos.
Y con todo ello, para ayudar, va a llegar un nuevo reproche social a los usos poco críticos de la tecnología y de internet (siendo optimistas;).
